Hoy os presento un trabajo que tenía muchas ganas de enseñar porque ha supuesto todo un reto para mí. Una de las cosas que me propuse en este confinamiento fue dominar a mi máquina de coser con la que no me llevaba muy bien. Para practicar los puntos, costuras y dobladillos he realizado este Lace journal que me tiene absolutamente enamorada y que me ha motivado a coser por fin.
En el arrebato de ordenar cajones y armarios que me dió al inicio del estado de alarma aparecieron cintas y puntillas, telas de lino y algodón, posavasos, servilletas, pañuelos antiguos y otras cositas de herencia que había estado guardando durante años y que merecían ser mostrados y reutilizados de otra forma. Buscando inspiración de como utilizarlos me topé con el
Lace Journal que
es un diario artístico formado por telas, lazos, puntillas y encajes.
Lo primero que he hecho es seleccionar las telas para formar las páginas y algunas puntillas. Tenia claro que usaría colores neutros asi que la arpillera fue descartada y me quedé solo con el lino, algodón y tisú reservando la arpillera para pequeños detalles.
Las telas las he cosido de dos en dos para darle consistencia a las páginas. En total he formado un diario de 4 páginas (16 carillas). Hay que tener un poco claro el diseño de bolsillos y demás para coserlo antes de encarar las páginas. Os he hecho un collage de algunas paginas antes de montarlas fomando el libro.
Para la portada he empleado un lino en tono beige sobre el que he cosido un encaje de bolillos, un antiguo pañuelo, un posavasos y un trocito de encaje a modo de aplique con mi inicial bordada, todo de herencia. La contraportada es de algodón y oculta las dos tiras de encaje que junto con un botón forrado sirven de cierre.
Para ampliar el espacio interior he creado un bolsillo con un delicado pañuelo.
Algunos detalles los he tenido que coser a mano como el aplique con la inicial sobre el posavasos.
Y otros a máquina como estos tags para ir rellenando los bolsillos.
Una vez cosidas las paginas individualmente se cosen unas con otras y todas a la portada para poder formar el libro. Y se van rellenando con tags, rematando con puntillas y decorando a nuestro gusto: bolsillos de telas rematados por encajes, superposiciones de texturas, muestras de crochet, bolsillos de encaje, bolsillos de arpillera...no hay limites para combinar. Aquí por ejemplo podéis ver un bolsillo de tul rematado por encajes y madroños que deja ver el tag que contiene.
Os muestro otras páginas cuya decoración está ya más avanzada.
Lo estoy disfrutando tanto que no quiero acabarlo. Por eso he dejado algunas páginas sin terminar para poder seguir disfrutando de su decoración, de acariciar estas piezas a las que tengo tanto cariño y que ahora han encontrado su lugar en este libro y de encontrar la pieza perfecta para cada lugar.
Me encanta como se ve desde el lateral con las borlas que rematan una de las páginas.
Si le ponemos un filtro puede venir directamente del desván de la abuela ¿no creéis?
Con este post me un a una nueva edición del
Aprendiendo de todo un poco de A
nna Llansa donde este mes
Jen y
Raquel,
las ganadoras de la edición anterior, nos invitan a trabajar los siguientes temas:
DIY Ordenacion y Textil y este trabajo se puede aplicar a ambas opciones. Además
Anna anda de celebracion doble: el 5º aniversario del Aprendiendo y el 6º aniversario de su blog, con un gran sorteo incluido. ¡Muchas felicidades, amiga!
Me uno también al
#PickPin2020 del mes de mayo que organiza la genial scrapera italiana
Betta.
Este trabajo ha sido uno de los elegidos como mejor tutorial del Reto
"DIY Ordenación y textil".
He creado una nueva pestaña que incluye todos mis trabajos relacionados con el
Art Journal/Scrap para tenerlos más organizados y que sea más fácil su consulta.
Si
te gusta lo que ves y quieres más información contacta conmigo en
alromasar@gmail.com o a través del formulario de contacto que tienes en
el margen derecho.
Muchas gracias por dedicar unos minutos de tu tiempo a pasar por mi blog y dejarme tu comentario.
Realizo el cosido japonés, que es con puntadas rectas, utilizando cuerda fina de cáñamo encerado.
Con acuarelas pinto suavemente los fondos. Mi hija Rocío, que es una maestra en la técnica del lettering, me está ayudando a mejorar mi caligrafía. Con rotulador escribo siete palabras que sintetizan los que para mí es el arte: creatividad, sentimiento, libertad, armonía, inspiración, belleza e imaginación.
Así ha quedado una vez terminado por fuera. Por dentro lo voy a disfrutar esta primavera trabajando las bellas mandalas tranquilamente.
