Pintando la Giralda con Salir con Arte.

El pasado día 6 de junio fue mi cumpleaños y mi hermana me hizo uno de esos regalos especiales que te llegan al alma y que es propio de quien bien te conoce. Una experiencia única e inolvidable, un ratito de tiempo  haciendo una de las cosas que más me gusta en este mundo: pintar.
Pero no fue una clase de pintura cualquiera: a través de la iniciativa Salir con Arte me regaló algo alucinante:
¡La experiencia de pintar la Giralda desde la terraza del Hotel Murillo!.

 

Para los que no seáis se Sevilla os diré que éste hotel está situado en el centro histórico y monumental de la ciudad, en  la calle Lope de Rueda, en pleno Barrio de Santa Cruz. A través de intrincadas callejuelas se accede a un hermoso edificio construido en 1965 siguendo las lineas arquitectónicas y la bicromía características del barroco sevillano.

Tiene una acogedora terraza donde poder tomar  algo mientras se disfruta de unas vistas alucinantes de la ciudad, estes o no alojado en el hotel. Parece que si estiras la mano puedes tocar la Giralda:

 

En esa terraza nos citaron a las 20.00 h del dia 15 de junio. Allí nos proporcionaron todo el material necesario para desarrollar la actividad por lo que no tuvimos que llevar nada. Encontramos delantales, pinturas, lienzos y caballetes perfectamente dispuestos y esperándonos.

 

Una profesional te va explicando todo el paso a paso del cuadro que tienes que ir reproduciendo mientras te tomas algo, en un ambiente muy jovial y distendido. Se hace muy sencillo y se disfruta a tope. El único incoveniente fue el viento que hizo ese dia en Sevilla, que molestaba un poco a la hora de pintar y sujetar los caballetes.
Todas estas fotos en las que estamos concentrados dándole al pincel han sido tomadas de la página de facebook de Salir con Arte. Allí podreis ver que esta iniciativa tiene lugar en diferentes ciudades de España,  las próximas fechas en las que realizarán eventos y los cuadros que podéis pintar.

  

 

 

 

 

 

 

Y aquí podeis ver el resultado final de mi cuadro.

Confieso que se aleja un poco de mi estilo pictórico pero la experiencia, sin dudarlo, me encantó.

Comparto este post en dos de mis iniciativas favoritas: en el  Inventando el Finde de Olga y en el Finde Frugal 131 de Marcela Cavaglieri. Allí se reúne mucho arte cada fin de semana. ¿Te lo vas a perder?.

Si te gusta lo que ves y quieres más información contacta conmigo en alromasar@gmail.com.

Muchas gracias por dedicar unos minutos de tu tiempo a pasar por mi blog y a dejarme un comentario.

Restauración de estante de forja.

La semana pasada os contaba como he organizando mi cuarto de lavado y como había colocado en  la pared izquierda unos armarios y en la pared derecha, junto a lavadora, un pequeño estante de forja para crear un  espacio que contenga plantas aromáticas, algunas suculentas y  como pequeño auxiliar de almacenaje:

Hoy os voy a mostrar la sencilla restauración de este estante pero antes aqui teneis su ficha técnica:  se trata de un mueble de  forja con estantes en madera y trenzado de rafia que mide 160 cm  x 42 cm  x 21 cm. 

Está pintado con pintura de acabado forja en color gris antracita, con estantes teñidos en color cerezo y rafia en su color natural pero barnizada.

 

Como veis combina tres materiales: madera, rafia y forja lo que le da un aspecto muy rústico y además es muy cómodo de transportar pues se pliega completamente para su traslado:

Aqui lo veis ya montado. Su estructura es sólida  pero presentaba unos arañazos en los estantes provocados por su uso continuado así como zonas de rafia despegadas. Además  su color oscuro no se integraba para nada en el lavadero alicatado en blanco donde lo he colocado.

Primero he pegado la rafia que estaba desprendida con cola de carpintero y lo he lijado para matar el brillo y crear una superficie más porosa donde la pintura agarre mejor. A continuación le he aplicado primero una mano de selladora multiusos y después de respetar el tiempo de secado le he dado dos manos de pintura acrílica en blanco puro de  Bruguer. Ya sabéis lo que me gusta esta pintura porque es muy estable y no amarillea nada.

Aquí lo podeis ver ya colocado en su lugar definitivo. Le he añadido dos jardineras que pinté hace unos dias y cuyo paso a paso podeis ver con más detalle aquí. También unas plantas suculentas, unas aromáticas (perejil, hierbabuena y albahaca que son las que más empleo en la cocina) y un cuadrito. Y en la caja de madera de abajo guardo la plancha, el apresto y otras cosillas que me gusta tener a mano.

 

Un trabajo frugal  que reutiliza, recicla y transforma un mueble sólo con dos manos de pintura, una caja y unas jardineras con unas bonitas plantas, por tanto ideal para compartir en el Finde Frugal  130 de Marcela y en el Inventando el Finde de Olga.

Y como todo va entonado en blanco me lo llevo al Desafio Color de Lorena Pose que este mes regresa con este color que algunos amamos tanto.

Para finalizar quiero agradecer de todo corazón a Natalia, Jimena y Maria del blog Tia Keko, a Paqui del blog El duende del lago y a Helena de H3M Manualidades las nominaciones al premio  Sisterhood of the World Bloggers. Me ha hecho mucha ilusión recibir las tres,  aunque hace tiempo que no continuo este tipo de cadenas por falta de tiempo. Visitadlas y ya vereis que blogs más encantadores y que cosas más lindas hacen. ¡Mil gracias chicas!.

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Colocación de vinilo y armarios en cuarto de lavado

No soy muy dada a mostrar rincones de mi hogar pero creo que este post puede servir de inspiración a aquellos que os esteis planteando reformar o reorganizar vuestro cuarto de lavado. Tengo la suerte de tener una pequeña habitacion de unos 4 m2 a continuación de la cocina que hemos habilitado como lavadero. Es un gran desahogo pues alli está la lavadora y unos armarios a medida de suelo a techo que empleamos como módulos de almacenaje para despensa y limpieza.

La ventana que ocupa practicamente toda una pared da a un patio de luces y la he decorado colocándole un vinilo figurativo. Yo elegí un modelo de cañas de bambú de la marca Stica:

Para colocar estos vinilos, lo primero que hay que hacer es limpiar la superficie del cristal y humedecerlo pues mientras está mojado el vinilo es removible:

Después se centra y una vez colocado se va pasando por encima y con sumo cuidado una espátula que permite eliminar las posibles burbujas de aire que hayan quedado:

Como veis, al ser traslúcido permite dejar pasar la luz natural muy tamizada y da muchísima intimidad:

En la pared de la izquierda unos armarios a medida que ocupan todo el espacio de suelo a techo. Están organizados en dos módulos para albergar articulos de limpieza y alimentos por separado. Su capacidad es tremenda y para nosotros supone un gran desahogo para guardar todos estos articulos no perecederos que compramos una vez al mes.

Una vez cerrados quedan perfectamente integrados en la habitación y hay una continuidad visual con los muebles de la cocina anexa, que también son blancos con los tiradores de acero inoxidable.

En la pared derecha tengo la lavadora sobre la que un cesto de mimbre para colocar la ropa a la espera de ser planchada y el cestillo para las pinzas de tender la ropa. 

Junto a ella he colocado un pequeño estante de forja para crear un  jardin con plantas aromáticas y como auxiliar de almacenaje. Estaba algo perjudicado pero su proceso de restauración os lo mostraré con más detalle en el próximo post.

Comparto este post con Olga en su Inventando el Finde y con Marcela y las amigas del otro lado del Atlántico en el Finde Frugal 129. Estas fiestas de enlaces te encantarán si te gusta rodearte de cosas bellas, reciladas y reutilizadas.

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Decorando jardineras de plástico

Tenía que adaptar unas jardineras de plástico a un pequeño mueble de forja que estoy restaurando para mi cuarto de lavado. Está muy cerca de una ventana por la que entra mucha luz y es el sitio ideal para colocar unas cuantas plantas aromáticas pues está cerca de la cocina y las pocas suculentas que son tan valientes como para sobrevivira a mi legendaria mala mano con las plantas. Así que compré estas jardineras de 40 cm de largo que son las que me venían bien para ese espacio:

Para poderlas pintar, las he arañado un poco con la lija a fin de que la pintura se fije mejor y le he aplicado dos manos de selladora multiusos:

Después de respetar los tiempos de secado las he pintado con dos manos de pintura acrílica en blanco puro de Bruguer. Me encanta esta pintura porque es muy estable y no amarillea nada con el paso del tiempo:

Finalmente le he realizado unos estarcidos con mi plantilla favorita de Lucia Sapena  colocada aleatoriamente en los cuatro frentes y latex de color negro. Como van en interior y contienen plantas de poco riego de momento no las he barnizado.

 

Una vez secas ya están listas para ser sembradas. En una he colocado unos esquejes de suculentas:

 

Y en otra las aromáticas que más utilizo: perejil, hierbabuena y albahaca. En los póximos posts os mostraré su ubicación definitiva.

Me han gustado tanto como han quedado que he realizado otra un poco más grande, de 50 cm de largo, para la ventana del pasillo y allí he sembrado mis cactus creando un pequeño terrario:

 

Como es un trabajo muy sencillo y frugal, lo comparto con las amigas del Inventando el Finde de Olga y con las amigas del  Finde Frugal 129 de Marcela. Las voy a compartir tambien con las amigas del Reto Desvanero 15 de Rebeca que esta edición versa sobre la fauna. ¿Te vienes a ver las demás propuestas?

P.D: ¡Se avecinan más trabajos con libélulas! Mirad que preciosidad de plantilla me ha enviado nuestra querida Anna Llansa desde Barcelona. Ya estoy deseando ponerme manos a la obra y emplearla en mis creaciones. ¡Muchismas gracias, Anna por acordarte de mi al verla! ¡Es fantástico conocer a gente tan creativa, maravillosa y generosa como tú! 

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El cabecero de la cama de Lola

Lola se puso en contacto conmigo para que llevara a cabo la restauración/transformación del cabecero de su cama. Estaba en perfecto estado de conservación pero su estilo colonial ya no cuadraba con los cambios que está realizando en la decoración de su hogar y quiso actualizarlo. Su idea era clara: pintarlo en color blanco puro con un acabado mate .

Antes que nada os dejo su ficha técnica:

Cabecero estilo colonial que mide 145 cm de ancho por 125 cm de alto. Se  encuentra dividido  en dos cuadrantes decorados por dos crucetas en aspa que albergan en su interior placas de rafia trenzada teñidas en un tono un poco más claro.

Los muebles de estilo colonial llevan unos tintes o barnizados con productos a base de aceite, que les da ese tono oscuro tan característico. Estos aceites tienen el inconveniente que reaccionan con las pinturas al agua provocando lo que se conoce como el "sangrado": unas manchas de color rosáceo o amarillento que no desaparecen por más manos de pintura que le apliques a posteriori.

Para evitarlo y para que agarre bien la nueva pintura la imprimación o selladora es fundamental.
Yo lo que hago es aplicar una mano de selladora y esperar 24 horas para comprobar si salen manchas o no. Si estas vuelven a aparecer, le doy otra mano de imprimación y así sucesivamente hasta que desaparecen del todo. Pero lo normal es que con una o dos manos de selladora se solucione. En este caso con una sóla mano de selladora ha sido suficiente.

Cuando seca la selladora la lijo y lo pinto con dos manos de esmalte acrilico Bruguer en blanco mate aplicado a rodillo de espuma muy estirado para un acabado homogéneo y sutil, casi lacado.

Tras dos manos el cabecero luce blanco puro y mate tal como lo deseaba Lola. Para darle más dureza a la pintura y proteger la madera le aplico una capa de cera virgen con carnauba. Tras dejarla secar unas horas le saco un poco de lustre con un paño de algodón que no suelte pelusa y así conseguir este aspecto ligeramente satinado propio de este tipo de terminaciones.

Las arruguitas y pequeñas ondulaciones que veis en la rafia en la foto superior desaparecieron al secarse la pintura. Una vez instalado en casa de Lola luce así de bien aunque aún falta por pintar la pared que ahora está blanca en un tono más contrastado para que el cabecero destaque en todo su esplendor.

Acompañaba al cabecero este portapañuelos en color blanco decorado con un decoupage de papel de arroz con rosas amarillas colocadas aleatoriamente en sus cuatro frentes. Es ideal para colocarlo en la mesilla de noche y tener los pañuelos a mano.

 

 

Comparto este post con las amigas del Inventando el Finde  de Olga y con las amigas del   Finde Frugal 128  de Marcela, pues ellas también saben como hacer magia con un poquito de pintura blanca. ;).

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