Toñi se puso en contacto conmigo tras ver la cocina de su vecina Nieves que os enseñé en este post. Quería actualizar una consola de estilo clásico pues el color le resultaba demasiado oscuro para su amplio recibidor y quería aclararla. Os muestro el antes y el después y enseguida os explico el sencillo proceso:
Primero su ficha técnica: Se trata de una consola de estilo clásico realizada en caobilla maciza con cuatro patas torneadas unidas por un listón en forma de prisma y tres cajones con tiradores en color bronce.
Sus medidas son: 145 cm de largo x 35 cm de ancho x 90 cm de alto.
El primer paso del trabajo es retirar cajones y tiradores. Después limpio con disolvente unas especie de pegamento que trae en la trasera y que según me comentó la clienta se añadió para mantener sujetos y ocultos los cables de una lámparita que lucía sobre la consola. Era una pasta que parecia chicle y me costó bastante quitarla pero finalmente lo conseguí.
Con un paño impregnado en amoniaco desengraso los restos de posibles limpiadores que puede traer el mueble y le doy una lijada muy suave para matar el brillo y permitir que la pintura agarre bien. Esta lijada es un poco más intensa en el sobre para eliminar unos pequeños arañazos y algunas marcas de llaves.
No necesitó ninguna intervención estructural pues como se puede comprobar en las imágenes, el mueble se encuentra en un estado de conservación excelente.
Al ser una consola de recibidor se le presupone bastante trote así que le aplico dos capas de selladora todoterreno blanca lijando entre capa y capa.
No necesitó ninguna intervención estructural pues como se puede comprobar en las imágenes, el mueble se encuentra en un estado de conservación excelente.
Al ser una consola de recibidor se le presupone bastante trote así que le aplico dos capas de selladora todoterreno blanca lijando entre capa y capa.
Cuando sello primero lo hago poniéndo el mueble patas arriba y después lo hago en su
posición habitual: así me aseguro que no me dejo ningún resquicio sin
pintar. ;)
A continuación le aplico dos capas de pintura al agua en un color realizado especialmente para la clienta. Es una especie de blanco roto amarfilado. Como siempre la aplico a rodillo en manos muy finas y muy estiradas lijando entre capa y capa. Aquí tenéis un primer plano del aspecto tan aterciopelado, casi lacado, que se consigue con esta técnica.
Una vez seca la pintura la protejo con cera incolora aplicada a brocha y lustrada con un paño que no suelte pelusa. La cera le da mucha dureza a la pintura y además aporta un suave brillo satinado que es una terminación que encaja perfectamente con los muebles de este estilo. Para terminar se limpian y colocan los tiradores.
Esta foto es del dia que la entregamos. Como podéeis comprobar el color tira más a marfil que a blanco. Toñi quería pintar también el marco que acompaña a la consola pero le aconsejé que no lo hiciera para que así se creara un mayor contraste decorativo.
Y estas otras fotos son posteriores ya con la decoración que le ha puesto Toñi, centrada en una magnífica lámpara de diseño de cristal y metal y un marco con una foto de su pequeña.
Y estas otras fotos son posteriores ya con la decoración que le ha puesto Toñi, centrada en una magnífica lámpara de diseño de cristal y metal y un marco con una foto de su pequeña.
Nunca dejaré de asombrarme de la capacidad de modificar los espacios que tiene un cambio de color en un mueble.
Con esta entrada me uno al Finde Frugal 160 de Marcela Cavaglieri donde cada fin de semana tenemos una cita ineludible con la creatividad y el talento. ;)
Con esta entrada me uno al Finde Frugal 160 de Marcela Cavaglieri donde cada fin de semana tenemos una cita ineludible con la creatividad y el talento. ;)
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