Cuadro de El Cachorro

Hoy es Viernes Santo y me ha parecido el dia perfecto para publicar el proceso de realización de un pequeño cuadro que pinté a finales de marzo con la imagen del Santísimo Cristo de la Expiración, el Cachorro, que procesionará dentro de unas horas por las calles de Sevilla.

Es para mi amiga Nuria, hermana de esta cofradía, que está trabajando en Talavera de la Reina (Toledo), para que le recuerde lo mucho que la queremos aunque esté lejos de nuestra ciudad. Para un sevillano cofrade estar en Talavera durante la Cuaresma y la Semana Santa es como estar en Winsconsin. 

La imagen que he pintado es una de las imágenes religiosas de mayor devoción en Sevilla. Considerada el canto del cisne del barroco sevillano, es una talla poderosísima ejecutada en 1682 por el imaginero Francisco Antonio Ruiz Gijón. 

Iconográficamente representa la unión del último aliento de Cristo en la Cruz, justo antes de desplomarse,  con el anuncio de su Resurrección. Es por tanto un Cristo Expirante pero al mismo tiempo es una metáfora de la Resurreccion pues está levemente sonriendo y elevándose sobre sí mismo como diciendo: muero pero volveré. Su mirada elevada, la fuerza de su pecho, el movimiento de su sudario y la tremenda expresión de su rostro no pasan desapercibidos.

 

Según la leyenda vivió en Triana un gitano, apodado "Cachorro", que atravesaba cada día el puente de barcas que unía Sevilla con Triana.  

Un payo sospechaba que este hombre cometía adulterio con su esposa. Sus celos llegarona a tales extremos que cierto dia, lo esperó oculto junto a una venta y lo apuñaló hasta la muerte.  

 

Ruiz Gijón estuvo presente en este suceso y tuvo oportunidad de presenciar la agonía del gitano Cachorro. Y quiso la casualidad que estuviera tallando en ese momento la imagen de un Crucificado.

 

Así que captó con su mirada entrenada de artista el rostro de aquel moribundo en el instante mismo de su muerte e hizo suya esa expresión que plasmó en la obra que esos dias estaba realizando.

 

Una investigación llevada a cabo por la justicia sacó a la luz la verdad: el gitano visitaba cada día a esta mujer pero no era su amante, sino que en realidad era su hermana bastarda.

Una versión más realista del origen del nombre, aunque no tan romántica como la leyenda del Cachorro, le viene de la referencia evangélica a Jesús como el "Cachorro de Judá". 

Lo he hecho con ceras Manley, que son ceras muy blandas, sobre un trozo de papel  de 18 cm x 25 cm en color crema. Afortunadamente Nuria hoy está aquí y esta tarde se vestirá de nazareno para acompañarlo desde Triana hasta la Catedral en Estación de Penitencia. El resto del año este cuadrito le hará tener a su Cachorro, nuestro Cachorro, un poquito más cerca.

Si te gusta lo que ves y quieres más información contacta conmigo en alromasar@gmail.com.

Muchas gracias por dedicar unos minutos de tu tiempo a pasar por mi blog.