Estante de cocina para Silvia

Silvia me encargó a través del blog este estante de cocina para poner especias y otros objetos decorativos para su cocina. Lo quería de unas medidas muy específicas, por lo que es un mueble único ejecutado totalmente a medida con las dimensiones que ella me facilitó: 70 cm x 50 cm x 14 cm con tres baldas separadas 23,5 cm entre sí. Lo he realizado con tablones de madera maciza de pino de 2 cm de grosor, con trasera de conglomerado prensado de 1 cm  lo que le da una gran resistencia. El acabado consistió en esmalte acrílico en tono beige.

 

El primer paso logicamente fue cortar las tablas para los laterales, las baldas y la trasera. 

 

Redondeé los cantos vistos con una lima para evitar las zonas de aristas vivas que dan mucha agresividad al mueble.

A la hora de montarla encolé las baldas y las reforcé con tornillos.

Como elemento de sujeccion para los botes de especias le añadí unos listones de 3 cm x 1 cm al largo de cada balda. Así se evitan posibles caídas de los tarritos o de las tazas que se coloquen en ella. Quería obtener un diseño atemporal pero sin llegar al clasicismo por lo que en la parte superior de los laterales realicé un rebaje que contribuyó a que el mueble adquiriese unas formas más delicadas. Igualmente en la parte superior de la trasera realicé un ligero ondulado para suavizar sus líneas y formar un pequeño copete de remate. Es un copete bajo que le confiere un aire más contemporáneo al conjunto. 

 

Una vez montada lijé con profusión para poder suavizar cualquier saliente o astilla consecuencia de los cortes que había sufrido la madera. A continuación le dí dos manos de selladora universal, lijando entre mano y mano. Primera mano:

Es un trabajo muy pesado pero que contribuye al buen acabado del mueble, así que merece la pena invertir tiempo en este proceso. Una buena lijada siempre en el sentido de la veta:

Una segunda mano de selladora y otra lijada dan como resultado una superficie perfectamente preparada para pintar:

Finalmente la pinté en el tono elegido por Silvia: un beige/crema muy claro a juego con su cocina. Le apliqué dos manos lijando suavemente entre mano y mano. Me gusta que en los muebles se vean las huellas de las herramientas: es señal del trabajo artesanal y además le dan un aspecto vintage.

Para las fotos saqué parte de mi colección de porcelana pues queria mostrar el efecto de la estantería llena. Son piezas que tienen casi cien años de antigüedad y confieso que cuando vi la estanteria así me entraron unas ganas enormes de hacerme una para mí (a la lista de cosas "en casa del herrero cucharón de palo").

Aquí muestro un detalle de unos corazones que he hecho con cartulina y he forrado con unos papeles de repostería que me trajo mi amiga Maria José desde Linares. Están unidos por una delicada puntilla de encaje y colocados en el liston superior.

El resultado de todo este proceso es un mueble único, realizado totalmente a mano de forma artesanal, que mantiene un diseño clásico pero con líneas más novedosas por lo que encaja perfectamente en cualquier ambiente.

Justo antes de embalarla Silvia me pidió que retirara el listón de la balda superior pues quiere colocar en ella una sopera. 

NOTA a 10/3/2017: Casi tres años después recupero esta entrada para participar en el Viernes Handmade de Jen del blog Little Kimono, que hoy nos permite enlazar posts viejitos.

 Si te gusta lo que ves contacta conmigo en alromasar@gmail.com.

 Muchas gracias por dedicar unos minutos de tu tiempo a pasar por mi blog.