miércoles, 29 de marzo de 2023

Restauración maleta de madera para Manuel

Hoy os traigo un nuevo trabajo de restauración, en este caso una maleta de madera de finales del siglo XIX. Sus dueños, Manuel y Conchi, son los propietarios del joyero anterior y junto con él me trajeron para restaurar esta maleta que tiene para ellos un gran valor sentimental.

Su historia es apasionante y os la comparto ya que Manuel me la ha contado con su generosidad habitual y su  contagioso interés por indagar sobre el pasado: 

La maleta  puede tener entre 145/150 años ya que era del padre de la abuela de Conchi, la esposa de Manuel. El estuvo en la Guerra de Cuba y a su regreso ingresó como guardia del Cuerpo del Orden Público de Sevilla  permaneciendo en él desde finales del siglo XIX hasta el comienzo de la Segunda República. La abuela de Conchi nació en 1900 y su padre le regaló esta maleta cuando se casó a mediados de los años veinte  utilizándola  una sola vez en su viaje de recién casados a Madrid, junto con un baúl de ropa. Después la volvió a utilizar su hijo, el suegro de Manuel, cuando hizo el Servicio Militar en el año 1956/1957 en Tetuán. A principios de los años 80 se la regalaron  a Manuel y Conchi y pasó a las manos "inocentes" de sus hijos María y Manuel.

Ahora entenderéis por qué estos trabajos sólo se pueden hacer con muchísimo respeto y mimo hacia la pieza y hacia las personas que confían en tí para ello, pues donde los demás ven un mueble, sus propietarios ven una ventana a su pasado, a su historia, a sus familiares y a preciosos momentos compartidos con ellos.

Sus medidas son  44 cm  x 33 cm  x 15 cm y estaba bastante perjudicada cuando llegó al taller como podéis comprobar en las fotos. Aquí tenéis una primera imagen del exterior

Presentaba perdida de cerradura y suciedad magra y grasa que fue retirada con agua jabonosa.
En una de las esquinas tenía un golpe con pérdida de madera que ha tenido que ser reconstruida.
La tapa estaba rota y despegada, y ha tenido que ser también convenientemente reparada y encolada.
El interior presentaba importantes manchas de suciedad y humedades como consecuencia de que dejaron dentro encendida una lámpara de sal.

Tras la limpieza general con agua jabonosa he procedido al decapado con gel decapante, espátulas y estropajo de aluminio fino.

   

Tras neutralizar con disolvente para eliminar los restos de decapante que hubieran podido quedar, este es el aspecto que presentaba la maleta, dejando entrever una preciosa madera rubia. Como veis he conservado los herrajes a petición de Manuel, que también ha sido convenientemente limpiados y pulidos.

En algunas zonas presentaba ataques de insectos xilófagos así que ha sido tratada con Xylamon por impregnación y por inyección para poder eliminarlos completamente. Ha permanecido un mes envuelta en film tras el tratamiento para eliminarlos por completo.

A continuación he llevado a cabo la reparación estructural, encolado y reconstrucción de algunas zonas. Para ello he utilizado maderas parecidas a la de la caja así como pasta de madera para cubrir los huecos de la carcoma.

En el interior he pegado dos paneles de refuerzo  en la tapa y  la base .

 

Una vez realizadas todas las reparaciones he lijado la caja con lijas de grano decreciente hasta tenerla preparada para recibir el tinte. La he teñido con un tinte roble que potencia el tono rubio natural de la madera y he igualado de color los añadidos y reparaciones.

El interior lo he forrado con un papel italiano que imita mapas y cartografías aludiendo al pasado viajero de la maleta.

He forrado solo la tapa interior y la base, dejando los laterales en la madera.
La terminación ha consistido en dos manos de barniz satinado y una mano de cera virgen bien pulida para conseguir un brillo natural precioso.
Así ha quedado por fuera: 

Y así ha quedado por dentro, conservando incluso el antiguo elemento de madera que formaba parte del mecanismo del cierre. En una pequeña etiqueta se cuenta la historia de la maleta como homenaje a todos sus propietarios a lo largo de siglo y medio:

El resultado del proceso de restauración  como véis es más que evidente, aunque ha sido una restauración muy respetuosa con las heridas, manchas y otros elementos propios que se han conservado  pues le aportan  mucho carácter así como esa pátina del tiempo que es inimitable. 
Con este post  participo en la edición de abril del Che cos`e? de mi querida  Betta. Tienes más inspiración sobre maletas de madera de madera aquí.

Me uno con mucho gusto también al Reto Recicla y Crea de este mes de mi querida Anna Llansa.
 
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