Jamás en mi vida había hecho macramé más allá de esas pulseras que tejía con hilos en el recreo cuando estaba en el colegio. Ni el crochet ni el trapillo estan entre mis habilidades ni entre mis materiales habituales de tabajo. Por eso me dejó a cuadros la propuesta de mi querida amiga María José cuando resultó la flamante ganadora del Aprendiendo de todo un poco del mes de julio. Cómo me encanta aprender cosas nuevas no me lo pensé dos veces y me puse manos a la obra. El resultado es este tapiz de trapillo montado sobre una barra de madera.
El macramé es una técnica creativa que emplea nudos para tejer con las manos cuerdas o hilos. Es un arte muy antiguo que hunde sus raíces en las culturas persas y turcas.
Mi tapiz es super sencillo y para realizarlo solo se necesitan:
- Un listón o rama de madera.
- Trapillo.
- Altas dosis de paciencia.
Lo primero que hay que hacer es cortar 10 tiras de trapillo de 2,50 m de largo cada una. Se doblan por la mitad y se unen a la barra, listón o rama mediante este nudo que se llama nudo alondra. Cada tira debe quedar separada de la siguiente unos 2 cm aproximadamente.
Después se hace una fila de nudos simples en cada tira.
Después se hace una fila de nudos simples en cada tira.
A continuación se dejan unos 3 cm desde esos nudos y comenzando de izquierda a derecha se hacen series de cuatro nudos cuadrados empleando grupos de cuatro tiras en cada nudo.
Se vuelven a dejar unos 3 cm y se repiten las series de cuatro nudos cuadrados pero en este caso dejando las dos tiras de los extremos libres.
Se vuelven a dejar 3 cm y se repite la secuencia de nudos de la primera fila. Para la cuarta y quinta fila se van haciendo los mismos nudos pero dejando siempre dos tiras y cuatro tiras libres en los laterales.
Realmente es más complicado explicarlo que hacerlo y en Internet podéis encontrar tutoriales que os explicarán los nudos paso a paso mucho mejor que yo.
Aún así no me ha resultado nada fácil conseguir que los nudos salieran derechos y aunque una vez que se le coge el truco es muy repetitivo, confieso que lo desbaraté en varias ocasiones hasta llegar al resultado final. Suerte que tuve el mes de agosto de vacaciones por medio y entre piscina y playa, entre viento de levante y de poniente, tuve tiempo de prácticar con los nudos.
Para terminar se corta el trapillo sobrante igualándolo o bien formando un pequeño pico. Se le pueden añadir plumas, abalorios de madera o darle algo de color con un suave degradado de pintura acrílica. Yo me he decidido por añadir nueve cuentas de plástico en color negro colocadas de forma escalonada para darle algo de gracia y de peso para que se mantegan las tiras hacia abajo.
NOTA 21/junio/2019: tras publicar este post mi amiga Mariché me encargó dos tapices más para regalar a las profesoras de sus hijos. El resultado es este: dos nuevos tapices siguiendo el mismo esquema pero con los adornos en madera natural.
Con este post me uno al Aprendiendo de todo un poco de mi querida Anna Llansa en el que este mes veremos interesantes trabajos de macramé.
NOTA 21/junio/2019: tras publicar este post mi amiga Mariché me encargó dos tapices más para regalar a las profesoras de sus hijos. El resultado es este: dos nuevos tapices siguiendo el mismo esquema pero con los adornos en madera natural.
Con este post me uno al Aprendiendo de todo un poco de mi querida Anna Llansa en el que este mes veremos interesantes trabajos de macramé.
Y a mis dos propuestas favoritas del fin de semana: el Finde Frugal 231 de Marcela Cavaglieri y el Viernes Handmade de Jen.